Liébana, tierra de júbilo y peregrinación

Liébana, tierra de júbilo y peregrinación. En el occidente de Cantabria y al pie del Parque Nacional de los Picos de Europa se encuentra la comarca de Liébana a la que se accede principalmente por el Desfiladero de La Hermida, cañón de paredes verticales que discurre junto al río Deva a lo largo de 19 kilómetros y una profundidad de hasta 600 metros. Liébana tiene un gran valor paisajístico, y está favorecida por un microclima benévolo. Es un lugar lugar ideal para el turismo rural atraído por el carácter auténtico que conservan sus núcleos de poblacióntradicional para el turismo rural, atractivo por el carácter auténtico que conservan sus núcleos de población. Liébana es un paraíso único, donde el vigor del río Deva y las montañas permiten la práctica de innumerables deportes de aventura. Una naturaleza abrupta y de difícil acceso configura la composición de la comarca, dividida en 7 municipios, Cabezón de Liébana, Camaleño, Cillorigo de Liébana, Pesaguero, Potes, Tresviso y Vega de Liébana. Potes es el núcleo de población más importante, su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico Artístico y hoy podemos ver sus antiguos puentes, casonas y sobre todo, la Torre del Infantado, su monumento más característico. Para los visitantes de Liébana, la estación de montaña de Fuente Dé constituye una cita ineludible. Allí un teleférico salva casi mil metros de desnivel hasta el mirador del Cable, paraje inigualable donde sentir de cerca la grandiosidad de los Picos de Europa. La comarca cuenta con numerosos establecimientos donde poder degustar la exquisita gastronomía lebaniega, ya que se dan con sorprendente éxito verduras, frutas y legumbres, aunque los protagonistas indiscutibles de la mesa son los quesos, junto al cocido lebaniego y el aguardiente de orujo. El enclave más emblemático es el monasterio de Santo Toribio de Liébana, ubicado en el municipio de Camaleño, es, como Jerusalén o Santiago de Compostela, uno de los pocos lugares en el mundo que goza del privilegio de celebrar el Año Santo porque aquí se guarda y venera un Lignum Crucis, uno de los supuestos trozos de la cruz donde murió Cristo, traído a España en el siglo V desde Tierra Santa. Rutas senderistas peregrinas a Santo Toribio las hay provenientes desde las comunidades autónomas vecinas, siendo las principales conocidas como ruta castellana, ruta leonesa, ruta asturiana y ruta de la costa o camino lebaniego. Alrededor del Monasterio de Santo Toribio de Liébana se encuentra un conjunto de ermitas y lugares de retiro y de oración de los monjes. Cueva Santa, la Ermita de San Miguel, la Ermita de Santa Catalina, la Ermita de San Juan de la Casería, la Ermita de San Tirso y el Templo de San Sebastián de Ojedo. Mención aparte merecen las ermitas de Santa María de Lebeña y Santa María la Real de Piasca, por su belleza arquitectónica e importancia histórica Enclavado en pleno desfiladero de La Hermida se encuentra Lebeña, en el municipio de Cillorigo de Liébana, cuya iglesia constituye el mejor ejemplo de arquitectura mozárabe de Cantabria. Asimismo, en el municipio de Cabezón de Liébana a unos 12 kms. al este de Potes, se conserva la iglesia otro gran monasterio, Santa María la Real de Piasca en la que destaca su decoración escultórica con iconografía y temas simbólicos del románico.