Oyambre, Parque Natural costero cantábrico. Con el objetivo de conservar este singular paisaje, fue declarado Parque Natural en 1988. Su extensión es de 5.758 hectáreas, repartidas entre los municipios de San Vicente de la Barquera, Valdáliga y Comillas. El Parque Natural de Oyambre destaca por su diversidad natural y paisajística, donde están representados los distintos ecosistemas propios de la costa cántabra. En él se incluyen dos rías, la de San Vicente de la Barquera y la de La Rabia, ambas destacan por su belleza y su esplendida conservación natural. Se trata de una zona con extensas áreas de marisma que sirven de refugio a una variada avifauna. Dentro del parque, también se encuentran conjuntos de playas y dunas en los arenales de Oyambre y Merón, el reto del parque lo componen zonas de acantilados, praderías y pequeños núcleos rurales.
Con la declaración como Parque Natural se protege una de las áreas más valiosas del litoral cantábrico, tanto por su geomorfología, procesos de formación de playas y estuarios, botánica, fauna, paisaje, yacimientos arqueológicos, etc., que convierte a la zona en un excepcional museo y laboratorio viviente para el estudio e investigación de los recursos naturales y de la historia de la región.
Los paisajes del área constituyen uno de los ejemplos más representativos, hermosos, variados y mejor conservados del litoral cantábrico, donde se integran los paisajes de alta montaña, bosques, praderías, núcleos de población, estuarios, acantilados y playas, en un conjunto único y excepcional.
Al ser espacios de marisma lugares de máxima productividad biológica, su conservación es imprescindible para el mantenimiento de las cadenas tróficas, que dan vida a una gran variedad de especies, asegurando la riqueza marisquera y de los bancos de pesca de todo el litoral adyacente. Ha de tenerse en cuenta que esta zona posee aún uno de los bancos más ricos del litoral cantábrico y que los estuarios de La Rabia y San Vicente son magníficos criaderos de alevines, con una gran importancia para el establecimiento de cebo para los pescadores del área, en esquila, gusana y cámbaros, con una alta productividad en almeja, berberecho, navaja, ostra,
mejillón y angula.
Como núcleo turístico hay que destacar la villa de Comillas, una combinación única de casonas y calles de sabor montañés junto a edificios singulares de estilo modernista como el palacio de Sobrellano, el Capricho de Gaudí y el cementerio. Asimismo en Puebla Vieja de San Vicente de la Barquera destacan sus murallas, su gran iglesia y el castillo medieval.
Y de gastronomía la tradición marinera es la que caracteriza sus variados platos, como las sopas de pescado y de marisco, entre los pescados podemos mencionar: las lubinas, cabrachos, bocartes o salmonetes, las angulas, etcétera. Los más demandados son la merluza en salsa verde, los maganos encebollados con su tinta o las almejas a la marinera.
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